sábado, 19 de septiembre de 2015

HASTA QUE DIOS DECIDA EL FIN DE ESTE CUENTO

Ya amaneció, es un día con mucha neblina
me alisto para el trabajo, te dejo dormida
cojo el maletín y la corbata puesta, misma rutina
llevo conmigo a mi hermosa hija querida

 tus vivencias son mi traje puesto
me alimento de ellas para estar contento
trabajo con ahínco para el posible aumento
mientras mi niña duerme en su aposento

te imagino y te pienso en medio de mi labor
con tus cabellos enredados frente a la computadora
ansío volver pronto a casa y agradezco al creador
por tener lo que tengo, una hija quien me adora

al llegar a casa te busco con la mirada
te hallo dormida, tu silencio me da la bienvenida
y ansioso espero a que mi niña este despierta
oigo tus pasos y apareces con tu sonrisa boquiabierta

la emperatriz despertó, mientras almuerzo
y apareces del cielo con tus zapatos en mano
ahora que puedo te acojo en brazos sin esfuerzo
tu vas creciendo y yo me estoy haciendo anciano

 cuando juego contigo el tiempo se detiene
al enseñarte soy feliz, me resulta un placer 
complazco tus antojos, velo por tu higiene
estar a tu lado se convierte en menester

eres mi vivo retrato, eslabón perdido de mi alma
tu existencia le da sentido a mi existir, me das calma
te ame antes de concebirte, mucho antes de desearte
forjo tus cimientos de valores, que serán tu baluarte

siempre seras  mi niña, aunque tengas tu propia familia
y aunque ya no te sientas en mis rodillas, seras siempre mi niña
tu con cabellos blancos y yo con los nuestros como filatelia
mis restos en una caja de mármol, en la sala haciendo piña

junto a la familia esperando al siguiente pasajero
te recibiré cuando llegue tu momento
velaremos a tus hijos, mis nietos con esmero
hasta que Dios decida el fin de este cuento

no llores mi muerte, alégrate por mi partida 
que me alcance la vida para dejarte encaminada
 treinta y ocho años vividos frente a dos de los tuyos
contigo hasta la muerte por los cuatro suyos

es parte de la vida volver al edén
cuéntales lo que fui en vida, para que no me olviden
al mencionar mi nombre, me tendrás presente
el olvido seria mi castigo, más no el estar ausente

hay gozo en el cielo, cuando alguien muere
por eso no me llores cuando este inerte
espero que me cremen como a mi congénere
te estaré esperando, bendiciones y mucha suerte





















No hay comentarios:

Publicar un comentario