Invierno
inhumano
Mi niña, recién nacida
Dormitas plácida y complacida
Te llevo en mis brazos mecida
Pendiente de ti hasta la
amanecida
El oído se me ha agudizado
Mis demás sentidos
desarrollados
El instinto de padre
despertado
Velo tu sueño con cuidado
Siento tu respirar agitado
El resfrío se te ha apoderado
Tu Toz y estornudo delicado
Verte así me siento
alborotado
La medicina recetada
Evito que resbale por tu
quijada
Anhelo verte recuperada
Regalándome tu sonrisa cada
mañana
Tus primeros balbuceos
Ese “agu” de ensueño
Junto a tu mirada
En mi mente está grabada
Algunas veces inquieta
Moviendo brazos y piernas
Emites un llanto agudo
Cuando todo te es inoportuno
Lactas desesperada
Y vuelves a estar calmada
Morfeo te envuelve en su
manto
Alistándote para sacarte el
chancho
Los suaves masajes en tu
espalda
Provocan abruptamente el
eructo
Sumergida en un mar de sueño
Te pongo a flote en mi pecho
Tu respirar se alinea con el
mío
Respirando ambos al unísono
Te sientes protegida y
abrigada
Y yo el guardián de tu morada
Eres parte de mis días
A donde vaya estás conmigo
Fuera de casa anhelo pronto
verte
Y en casa tenerte nuevamente
Cargada en mis brazos
Con tu cabeza apoyada en mi
pecho
Dándote mi calor humano
En este invierno inhumano
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