lunes, 6 de mayo de 2013

Tú general y yo mariscal

Algunas veces soy
frio como el hielo
de carácter como un iceberg
por no mostrar el resto

duro como un témpano
indiferente al ruedo
el orgullo es mi traje
cual viste un torero

ya puesto en la arena
acabo la faena
sobretodo si las astas
no me dan ninguna tregua

visto de indiferencia
frente al rival vencido
ni su lloriqueo siquiera
me deja convencido

mi caballo de indignación
galopa sin resignación
arremete al enemigo
que yace triste y conmovido

la pena y compasión
los repelo sin emoción
me convierto en un robot
que actúa por programación

en el campo de batalla
mi espada es la palabra
el pensamiento el estratega
para dar la estocada

me protejo enseguida
sin perder de vista
la intención del rival
para iniciar la acometida

utilizo la metáfora
frente a una tregua
para firmar la paz
o continuar la guerra

con ejemplos me excuso
de mis actos fallidos
mi escudo me protege
del perjurio dañino

al final de la lucha
eres tú quien me escucha
manchado de barro
perdonas mi embarro

me asilas en tu corazón
haciéndome sentir mejor
que a mi venida
no estaré solo en mi vida

son muchas las batallas
cuidándonos las espaldas
vencimos muchos frentes
con tantos inconvenientes

nuestro cuartel no es el mismo
ahora está invadido
cuidamos que no nos vean
acechando al enemigo

cada quien en su frente
alza una trinchera
pues la confrontación
resulta inminente

lograr que nuestras tropas
aprueben el plebiscito
es nuestra misión
defendido con tesón

con el tiempo quizá
 logremos una bandera izar
símbolo de la unión
de dos frentes en comprensión

tú general
y yo mariscal
comandamos los frentes
para que haya paz




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