lunes, 1 de abril de 2013

El único cornudo

luces de colores
humo alrededor
mucha gente bailando
y tu en un rincón
 
me acerqué a la barra fría
pedí una margarita
una voz que susurraba
eras tú quien preguntaba
 
¿me invitas una copa?
dijiste con alevosía
intenté no escucharte
y más aun te acercaste
 
intentaste otra treta
acompañada de una mueca
me arrancaste una sonrisa
una alegría desmedida
 
pregunte ¿cómo te llamas?
me dijiste Luciana
memoricé tu nombre
mientras veía tu escote
 
¿bailas esta pieza?
 pregunté al instante
me tomaste del brazo
sin tiempo que tarde
 
el meneo de tus caderas
al compas del son
obnubilaron mis ojos
perplejo me dejó
 
minutos después
la canción acabó
¿nos tomamos otra copa?
es mi opinión
 
enseguida nos sentamos
y el camarero se acercó
un par de cañas concretas
es lo que se pidió
 
conversamos tantas cosas
y entre ellas coincidió
resultaste ser amiga
de mi esposa pensé yo
 
decidí no revelarlo
para que estropearlo
mi esposa había salido
según me dijo a un bautizo
 
las miradas se cruzaban
nuestras manos se rozaban
un pregunta surgió al momento
¿crees que haya vida después de muerto?
 
¿por qué la pregunta?
¿a que viene ese cuento?
mientras preguntaba
ella se secaba
 
secaba sus lágrimas
una tristeza le embargaba
se enteró que su marido
es quien le engañaba
 
traté de consolarla
a decir verdad llevarla a la cama
seguro que es posible 
estando ella despechada
 
le propuse irnos lejos
a un lugar más apaciguo
un hotel tenía en mente
es mi día de suerte
 
el licor hacía su efecto
conseguí el primer beso
aprovechando consolarla
mis manos restregaban
 
acariciando sus pechos
metiendo mano en todo el cuerpo
nos salimos del antro
rumbo al cuarto
 
estando ya en la cama
empecé a desnudarla
abajo un bulto se asomaba
por las hormonas alteradas
 
a la hora de la hora
a punto de penetrarla
me pidió que no lo hiciera
sin protección, ni pena
 
ella desbocada
con mucha sed de venganza
por el pérfido marido
que había conseguido
 
 yo por mi parte
sin ningún motivo
una cana al aire me daba
entre sus piernas empapadas
 
nuestros cuerpos se enlazaron
los fluidos entremezclados
los pechos agitados
parecíamos asmáticos
 
un mensaje en mi móvil
me puso en sobreaviso
decía que estaría
con su amiga Lucía
 
¡que extraño mensaje!
ella nunca lo hizo
era Briguit mi esposa
que no vendría al piso

 rato después Luciana recibe
una llamada insistente
¿quien sería el que insiste?
 
le alcancé el móvil
y divisé la pantalla
era  briguit
quien le llamaba
 
con risa picara
ella contestaba
asentía la cabeza
 para tapar la artimaña
 
minutos después
intenté persuadirla
que me contara el porque
de esa sonrisa
 
me contó que su amiga
briguit  le llamaba
que borracha perdida
en un hotel estaba
 
para que le cubra su salida
se debía su llamada
y así su marido
no se enterara
 
le pregunté si Luciana
es su  nombre real
me dijo que sí
pero le llamaban lucía más
 
no quería creerlo
me negaba al hecho
que mi esposa me engañara
con otro hombre en el lecho
 
aprovechando que Luciana
se fue al baño un momento
cogí el móvil de prisa
para descifrar enseguida
 
grande fue el asombro
saber que la tal Briguit
tenía el número de móvil
igual que mi mujer
 
esto me pasa a mi
por creerme pendejo
aquí el único cornudo
fui yo como ninguno
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


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